sábado, 28 de noviembre de 2015

Un maestro innovador es un maestro que logra una convivencia escolar positiva


La convivencia escolar es clave para que nuestros alumnos desarrollen sus habilidades de socialización de manera positiva. Un maestro que construye la convivencia a partir de su acción personal es el modelo de los vínculos que se establecerán en el día a día. Jesús Beltrán (2009) señala que cada vez se va destacando más en los programas de formación del profesorado – el factor de lo que se llamaría carácter o personalidad. Un docente debe caracterizarse por el optimismo pedagógico,  donde el profesor es capaz de definir las situaciones problemáticas, calcular las dificultades existentes y tener el poder y convencimiento de transformación de la intervención educativa.

Qué duda cabe, cuando un profesor cree realmente en algo, lo transmite, y lo vive en su clase, comunica ese mismo entusiasmo a sus alumnos.  Un profesor que se conoce, que posee control emocional, que es empático construye vínculos positivos con cada uno de sus alumnos y con el grupo en general.

Entonces, el compromiso está dado. Los maestros somos modelos a seguir y nuestro compromiso ineludible es ser cada vez mejores personas.  

“Crear una utopía distinta, la utopía contraria, una nueva utopía de la vida, donde sea cierto el amor y la felicidad, como una segunda oportunidad sobre la tierra y esa es la fuerza de la educación”. Gabriel García Márquez

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Algunas reflexiones del maestro apasionado


Un maestro apasionado es un maestro comprometido. Los maestros comprometidos educan, no solo enseñan. Asumen el proceso de aprendizaje de sus alumnos con un enfoque centrado en la persona. Por ello, invito a cada uno de los docentes interesados en esta maravillosa labor a preguntarse en primer orden ¿quién aprende? y en segundo orden ¿qué enseño?
Necesitamos cambiar el paradigma de nuestro trabajo, necesitamos pasar del que al quien. Los docentes pasan mucho tiempo buscando respuestas sobre qué contenidos, qué competencias o capacidades enseñar, que materiales usar, qué herramientas aplicar para evaluar. Y esta mirada nos hace almacenar muchas respuestas, muchos documentos, muchos recursos y nos convertimos en grandes “enseñantes” (lo cual está bien porque es nuestra especialidad). Pero nuestra vocación va primero, nuestro compromiso está por delante.
Desde mi primera experiencia docente, hace casi treinta años, aprendí que habían dos tipos de maestros: los comprometidos y los no comprometidos. Aquellos que les interesaban sus alumnos y aquellos que mostraban más interés en sus  papeles, sus procesos y sus tiempos. Constaté también una coincidencia, los primeros eran quienes estaban interesados en profesionalizarse, en hacer de nuestra carrera la mejor carrera, en surgir como educadores. Los otros estaban buscando el terminar el día, ocuparse de otros intereses y otras actividades.

Nuestras escuelas necesitan más educadores y menos “enseñantes”. Entonces si eres un maestro comprometido sé que pondrás por delante a la persona, a tu alumno, al niño o niña o joven.

lunes, 23 de noviembre de 2015

El Profesor: Gestor de Aulas Innovadoras ¿Cómo empezar?


Los diversos roles que cumplimos los docentes de escuelas van desde ser un buen planificador y diseñador de aprendizajes, excelentes comunicadores, orientadores innatos, evaluadores constantes de nuestras propias metas, entre otros muchos roles. El siglo XXI  nos exige además  que estos roles se impregnen de innovación. Hoy más que nunca nos toca ser gestores de aulas innovadoras como un compromiso ineludible con cada uno de nuestros alumnos.
UNESCO  y su red INNOVEMOS nos invita a que desarrollemos una cultura de innovación en las aulas. Jaume Carbonell (2001)  define a la innovación como una serie de intervenciones, decisiones y procesos, con cierto grado de intencionalidad y sistematización que tratan de modificar actitudes, ideas, contenidos, modelos y prácticas pedagógicas; y a su vez de introducir en una línea renovadora, nuevos proyectos y programas, materiales curriculares, estrategias de enseñanza aprendizaje, modelos didácticos y otra forma de organizar y gestionar el currículo, el centro y la dinámica del aula. La innovación educativa  es también una herramienta para la revisión de la teoría y para la transformación de la práctica educativa según Martha Libedinsky (2001).
Barraza (2009) afirma que es posible identificar algunos elementos que definen a un sistema innovador, tales como surgir desde el profesorado, poner en conflicto las creencias de los docentes y plantear otra forma de enseñar y aprender, en ese sentido la innovación es considerada una experiencia personal que adquiere su pleno significado en la práctica profesional de los involucrados. El consenso parece dado, es el docente  quien promueve la innovación en su aula.   Pero ¿Cómo empezar?
Propondré en el camino algunos elementos que puedan ayudarnos a empezar. El primero: Empezar por nosotros mismos: ¿Queremos lo que hacemos? ¿Estamos satisfechos de lo que hacemos? ¿Nos hace felices lo que hacemos? ¿Estamos preparados para lo que hacemos? ¿Somos un modelo a seguir?
Dos links para empezar a analizar este elemento (extractos de libros).
Christopher Day.  Pasión por enseñar
Robert L. Fried. The passionate teacher – a practical guide

Referencias
-Carbonell, Jaume (2001). La aventura de innovar, el cambio en la escuela. Madrid. Ediciones Morata SL.
-Libedinsky, Marta (2001). La innovación en la enseñanza, diseño y documentación de experiencias de aula. Argentina. Paidos.
Referencias electrónicas
-Barraza, Arturo. ¿Qué entendemos por Innovación educativa?. Universidad Pedagógico de Durango. México. Rescatado en Agosto 2015. http://adide.org/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=193&itemid=47
-Red de Innovaciones educativas para América Latina y el Caribe. www.redinnovemos.org